Lo sabemos,la limpieza facial es la base de una buena rutina de belleza.Pero aunque nos encanta la sensación de tener una piel limpia, debemos tener mucho cuidado con aplicar productos demasiado agresivos ya que podemos desproveer a nuestra piel de su función barrera y protectora, provocando sensibilidad, irritación, tiranteces e inflamación.
Además si eres propenso a la piel grasa, esta limpieza inadecuada puede originar la producción de más sebo por la piel, ya que al eliminar los lípidos naturales, las glándulas reciben la señal de que deben producir más, originando así un efecto rebote.
En cambio si la limpieza no es eficaz, lo que sucede es que se acumulan células muertas sobre la piel, los poros se bloquean y nuestra piel aparece apagada. Ten en cuenta estos consejos, a lo mejor algunos los pones ya en práctica pero no habías reparado en otros.
1.La limpieza mañana y noche es esencial.
Por la noche es fundamental para eliminar restos de maquillaje, polución y sudor.Si llevas maquillaje puedes optar por la doble limpieza (Bálsamo limpiador como primer paso y después una limpiadora con base acuosa) pero si no lo llevas, es suficiente emplear un sólo producto.
Por la mañana también es muy importante este paso. Durante la noche nuestro cuerpo se regenera y la piel es un órgano de detoxificación, por lo que hay que limpiar la piel para conseguir una epidermis fresca y libre de células muertas.Además el tratamiento posterior penetrará mejor y será más efectivo.
2.Los aceites y bálsamos limpiadores son un excelente primer paso para mantener la piel limpia.
Aplícalos sobre la piel seca y masajea por todo el rostro.A continuación humedece una toallita en agua templada y retíralo. Es clave para eliminar tanto el maquillaje como el protector solar y exceso de sebo.Pero pregunta!¿Es adecuado si tengo la piel grasa? Si, porque los aceites atraen el aceite, por lo tanto es muy efectivo para eliminar el exceso de sebo.
3. Recuerda que la piel de tu cara no termina en la barbilla.
Baja un poquito más y aplica el limpiador también en el cuello y escote.
4.Mejor si son naturales.
Los limpiadores con fragancias sintéticas o sulfatos pueden alterar el pH de la piel, irritándola. Es el primer producto que entra en contacto con tu piel después de un día intenso y cuando comienza un nuevo día.Intenta que sea fresco y natural…
5.Un buen limpiador puede ser la clave para cambiar tu piel y encontrar de nuevo el equilibrio.
¿Estás en fase crítica, no te aclaras con tu piel? Quizás la notas tirante y deshidratada, pero te salen granitos y tienes rojeces.
Analiza los productos que utilizas, quizás no utilizas el limpiador correcto.
6. Olvídate de toallitas limpiadoras, déjalas para emergencias.
En el momento que lo hagas tu piel mejora, así,sin más.
7.Si usas tónico, asegúrate de que es libre de alcohol.
El alcohol puede causar irritación. Tampoco uses agua micelar como último paso de la limpieza(sustituyendo al tónico) ya que puede dejar un “film” indeseado sobre la piel.
8. Gadget de limpieza.
Sin abusar, pero si lo tienes puede ser una forma de limpiar la piel más profundamente.Cuidado pieles sensibles!, asegúrate de que es compatible con tu piel.
9. Evita limpiadores con partículas exfoliantes.
¿Tiendes a pensar, si exfolia, mi piel estará aún más limpia? Quizás sí, pero más irritada y sensibilizada al eliminar nuestro manto lipídico. Es preferible que tengas un exfoliante para aplicar una vez por semana. Y si tienes acné este tipo de limpiadores tampoco es una opción.
10. Aplica el limpiador realizando un suave masaje.
Dedícale tiempo a la limpieza facial, potencia su efecto realizando un masaje, activarás la circulación consiguiendo un buen tono y es muy relajante.
¿Tienes dudas? Escríbeme a info@janeapothecary.com
Un abrazo.
Elena
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