En mi caso tras terminar con episodios de rosácea y acné adulto durante una década, me he encontrado de lleno con otro aspecto de la piel, como son líneas de expresión o flacidez que empiezan a ser muy habituales pasados los 40.
Pérdida de firmeza y elasticidad, flacidez, líneas de expresión y arrugas más pronunciadas, son algunas de las señales de envejecimiento de nuestra piel.
La dermis se hace más fina con el paso del tiempo, debido a la pérdida de las proteínas de sostén y las líneas empiezan a marcarse y ya no ocurre sólo cuando gesticulas, se quedan…
A partir de los 20 años nuestra piel pierde un 1% de elasticidad cada año y la densidad se reduce un 30% después de la menopausia.
Aquí tienes tres consejos para incorporar ya e intentar prevenir la flacidez y formación de arrugas pronunciadas.
Potencia la renovación celular.
Con la edad la tasa de renovación celular es más lenta y además disminuye la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico. Ésto ocurre a un ritmo mucho más rápido del que nuestro cuerpo es capaz de generar, por lo que es importante potenciar la renovación con activos naturales derivados de la vitamina A o retinol. Puedes buscar sérums o cremas con estos activos y aplicarlos por la noche antes de acostarte.
Otra forma es mantener la epidermis libre de células muertas mediante exfoliación. Como ya hablamos en el post anterior sobre cómo tener una piel luminosa, preferimos siempre una exfoliación con enzimas frutales o AHA’s (sin son tolerados) a aquellas exfoliantes que contiene gránulos y dañan la piel.
Presta atención al pH de tu piel.
Conforme nos hacemos mayores el pH de la piel se hace cada vez más alcalino. En cambio, todo funciona mejor cuando el pH es ligeramente ácido.
Este cambio de pH activa unos enzimas MMP’s (metaloproteinasas) responsables de la degradación del colágeno.
Por lo tanto, es importante mantener equilibrado el pH de la piel en tu rutina de belleza y evitar productos que eleven el pH como jabones.
Después de la limpieza facial aplica lociones o esencias que restablezcan el pH de la piel.
Protege el manto lipídico.
Al verse afectadas proteínas de sostén de nuestra piel, nuestra barrera de protección cutánea también se ve afectada.
A nuestra piel le cuesta cada vez más mantener la hidratación y es más susceptible a tener alergias y problemas en la piel causados por bacterias o partículas contaminantes que penetran en ella más fácilmente.
Este hecho desencadena un proceso inflamatorio, y una de sus consecuencias es la degradación de más colágeno.
Es posible que notes que tu piel es más sensible con el paso de los años.
Empieza a incorporar en tu rutina productos antiedad pero adecuados para piel sensible y que respeten el manto lipídico.
Lo que la dieta puede hacer por tu piel:
Se trata de incoporar alimentos e ingredientes que prevengan la inflamación, ya que hemos visto que un proceso inflamatorio mantenido ocasiona la pérdida de colágeno.
Los antioxidantes van a ser clave para ello.
Incorpora en tu dieta:
Lentejas, garbazos y quinoa.
Zanahoria, albaricoques, mango o papaya(fuentes naturales de vitamina A)
Verduras de hoja oscura y arándanos(ricas en vitamina A y C y excelentes para la producción de colágeno)
Pescado azul (rico en colágeno)
Últimos consejos:
Incorpora el masaje facial como parte de tu rutina, ya sea con las manos, gua sha o rodillo.
Activarás la circulación y estimularás a los fibroblastos a producir más colágeno, además de elevar los rasgos y contrarrestar la flacidez.
Lleva siempre protección solar para minimizar el impacto de los rayos UV en nuestra piel.
No uses demasiados productos a la vez. Por ejemplo el retinol y el ácido glicólico por separado son muy efectivos pero juntos pueden ocasionar un proceso inflamatorio, consiguiendo el efecto contrario.
¿Te gusta el vino? Elige siempre vino tinto antes que blanco. El vino tinto contiene resveratrol, un antioxidante que ralentiza la glicación (proceso de envejecimiento en el que se ven afectadas las fibras de colágeno y elastina) y protege las proteínas de sostén.
Evita el azúcar que es el causante de la glicación y la destrucción de colágeno y elastina.
Toma vitamina C a diario.
Las enzimas que fabrican el colágeno, necesitan la vitamina C para funcionar.
Practica mindfulness, meditación, sal a caminar o haz aquello que te ayude a lidiar con el estrés. El cortisol, la hormona que se libera en la sangre cuando estamos estresados interviene en la destrucción del colágeno, acelerando el envejecimiento.
Espero que os haya resultado útil. Podéis dejar vuestras dudas y preguntas en comentarios.
Un abrazo.
Elena
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