Afortunadamente nuestra piel se renueva. Estamos dotados de un sistema infinitamente inteligente de reparación que mantiene el soporte de la piel en buena forma.
En nuestra dermis, la matriz extracelular está formada por fibras de colágeno y elastina que experimentan ciclos de degradación y renovación. Estas proteínas son básicas para el soporte de nuestra piel y la firmeza de ésta.
Oímos hablar tanto de él, pero ¿sabes que es el colágeno?
Es la proteína más abundante del cuerpo. Aproximadamente las 3/4 partes del peso seco de la piel. Es la responsable del aspecto jugoso y terso de nuestra piel. Y es que nuestra piel está sostenida por una red de fibras de colágeno y elastina mantenidas en su lugar gracias a polisacáridos como el ácido hialurónico.
La mayoría de actividades de reparación tienen lugar en la dermis. Los fibroblastos producen continuamente colágeno nuevo, mientras que otras enzimas degradan el colágeno viejo y lo eliminan.
Hasta aquí todo bien…
Pero llegamos a la edad de 35 años aproximadamente. Puede ser antes si has estado expuesta a sol o contaminación habitualmente.
De repente los fibroblastos se cansan y no funcionan tan bien y las enzimas que lo destruyen se estimulan por el estrés oxidativo empezando a trabajar horas extras.
Para remediar el descenso de colágeno inevitable, tenemos que potenciar los fibroblastos asegurando que la producción de colágeno esté bien encaminada. Esto se consigue teniendo en cuenta dos sinergias entre vitaminas.
La sinergia de la vitamina C y E
Somos uno de los pocos mamíferos que no producimos vitamina C y necesitamos tomarla de la dieta. Es un nutriente que necesitamos para muchos procesos, desde protegernos de los radicales libres, absorber hierro o intervenir en la síntesis de colágeno.
En tu rutina de belleza, busca este ingrediente a ser posible combinado con vitamina E para una mayor acción antioxidante.
La sinergia de la vitamina A y C
La vitamina A o retinol envía una señal a los fibroblastos para producir más colágeno pero es la vitamina C la que limita la velocidad de síntesis del colágeno. Por lo que es fundamental que la vitamina C esté presente en el tejido.
Además los estudios demuestran que la aplicación sostenida en el tiempo de vitamina A y C podría revertir los cambios inducidos en la piel por el fotoenvejecimiento y la cronología.
En la dieta, como suplementos o de forma tópica a través de tus productos cosméticos, asegúrate de incorporar estas vitaminas. Pregúntame si quieres saber en que productos de Jane Apothecary puedes encontrarlos.
En productos como Resurfacing Gommage Mask Indian Berry & Sandalwood.
Un tratamiento renovador con una alta concentración de vitamina C presente en el fruto Emblica officinalis o amla, una grosella india súper concentrada en esta vitamina.
Vitamina A presente en el extracto de mango y vitamina E presente en aceites como el de macadamia que proporciona una intensa hidratación.
Una mascarilla exfoliante basada en la técnica gommage que deja la piel repulpada y jugosa.
Espero que te haya resultado interesante
Un abrazo
Elena