Días de desconexión, sol, playa o piscina. Necesitamos las vacaciones de verano pero la parte negativa es como puede verse afectada la piel.
Es muy frecuente que comience a sufrir los estragos del sol, y depende del tipo de piel y condiciones pueden aparecer brotes de rosácea, acné, deshidratación, alergias solares, hiperpigmentación o fotoenvejecimiento.
Hoy he recopilado algunos consejos que espero que te ayuden a cuidar mejor la piel este verano:
1.Sobre la exposición solar.
La melanina, es un pigmento que nos protege del daño solar y aunque todas las pieles se ven afectadas por la radiación UV, aquellas que más lo padecen son los tipos de piel con menos melanina.
Para proteger la piel es importante evitar la exposición solar entre las 12 h y las 16 h y usar protección solar SPF 30 o SPF 50, y reaplicar cada 2-4 horas.
Si permaneces en el interior pero cerca de cristales usa igualmente protección solar y no olvides el cuello y escote.
Protégete con accesorios como gafas y sombreros.
La exposición solar causa además deshidratación por lo que es importante que bebas agua con mucha frecuencia.
Aplica además una crema o sérum rica en ácido hialurónico para mantener la humedad en las capas más profundas de la piel.
2. Realiza una exfoliación periódica.
Aquí es importante que tengas en cuenta tu tipo de piel para evitar sensibilidad o afectar al manto lipídico. Si tu piel es sensible opta por exfoliantes sin gránulo y limita la exfoliación a una vez cada diez días.
Es importante exfoliar periódicamente porque un exceso de células muertas puede bloquear el folículo ocasionando granos, brotes de acné y aspecto de piel apagada. Utiliza un exfoliante una vez por semana adecuado a tu tipo de piel (si esta lo admite) y repara la piel intensamente por la noche con aceites vegetales o ceramidas.
3. La temperatura del agua.
Mantenla fría. Sobre todo si tienes tendencia a rojeces o brotes de rosácea, es importante que no uses agua caliente en el rostro, que puede irritar más y sensibilizar la piel.
Si tu piel no se irrita con el masaje puedes usar tu gua sha o rodillo de jade o cuarzo rosa, después de aplicar tu tratamiento. El frío de la piedra ayuda a refrescar la piel. El cuarzo rosa está especialmente indicado para pieles sensibles.
4. No tengas pereza de cambiar tu rutina facial.
Los cambios de temperatura y humedad, la exposición solar, generan cambios reales en nuestra piel. Aquello que nos ha funcionado en los meses más fríos puede ser demasiado pesado o graso para nuestra piel en los meses más calurosos.
Chequea tu rutina, observa como responde tu piel y haz los cambios que creas oportunos. Si necesitas asesoramiento no dudes en contar conmigo, puedes escribirme a info@janeapothecary.com.
5. La vitamina C, un ingrediente clave en el cuidado facial.
Es un poderoso antioxidante que va a neutralizar los radicales libres generados por la exposición solar y va a trabajar sinérgicamente con nuestro protector solar, potenciando su efecto.
Controla la hiperpigmentación, ya que regula la producción de melanina impidiendo que la mancha se acentúe en exceso.
A largo plazo es excelente para potenciar la síntesis de colágeno y elastina y prevenir la flacidez ya que la radiación UV afecta a las fibras de colágeno y elastina, degradándolas. La vitamina C es un fantástico escudo protector.
Puedes aplicar tu crema, serum o aceite con vitamina C mañana y noche. Si lo haces por la mañana no olvides aplicar SPF después.
6. Si tienes melasma.
En estos casos la protección solar es fundamental. Suele aparecer en la frente, mejillas o labio superior.
Es aconsejable usar protección mineral específica para estas zonas y reforzar así la protección.
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