Quizás es la parte que menos te gusta de tu rutina de belleza, la que más pereza te da. Pero cuando descuidas esta parte o no lo haces adecuadamente, tu piel es más vulnerable al acné, y aceleras el envejecimiento.
Además los productos que apliques después no van a hacer el mismo efecto porque no tienen un rostro limpio sobre el que actuar.
A continuación vamos a ver qué errores son frecuentes en el momento de desmaquillarse y qué debemos evitar si quieres una piel perfectamente limpia y sana.
Usar un gel limpiador para retirar el maquillaje de los ojos.
Los ojos y la zona del contorno son muy sensibles por lo que los productos que usas para la higiene facial pueden ser demasiado agresivos, especialmente si usas geles limpiadores. Lo ideal es usar un producto específico para desmaquillar los ojos incluso un aceite vegetal como el de almendras.
No desmaquillar los ojos de la forma correcta.
Frotar y estirar demasiado la piel del contorno no solo es innecesario sino que puedes provocar irritación y arrugas prematuras. Aplica el producto sobre un disco de algodón y mantenlo sobre el párpado cerrado aproximadamente 20 segundos. A continuación empieza a limpiar suavemente y verás como el maquillaje sale fácilmente.
No incorporar un primer paso con bálsamo limpiador o aceite.
Es muy importante que uses este tipo de limpiador para el rostro como primer paso porque va a ser muy efectivo para eliminar maquillajes a base de aceite. Si te gusta terminar con agua, puedes usar después un segundo paso con un limpiador acuoso que retirará partículas contaminantes y suciedad.
¿Y si no te maquillas? Si no usas maquillaje pero utilizas protector solar también debes usar un bálsamo limpiador en base aceite. Los protectores solares naturales suelen estar enriquecidos con aceites vegetales, y recuerda que “lo semejante disuelve lo semejante”. Por lo que utilizar un limpiador en base aceite es muy efectivo.
No usar un tónico, esencia o bruma después de la limpieza facial.
Tras la limpieza facial el pH puede quedar ligeramente elevado, sobre todo si usas agua del grifo para aclarar la piel que suelen contener mucha cal. Aplicar este producto tras limpiar la piel equilibra el pH.
Olvidar ciertas zonas.
Como la zona alrededor de la nariz, sienes, mandíbula o el cuello. En estas zonas se acumula mucho sudor y suciedad y puede causar brotes. Utiliza un pañuelo o cinta para retirar bien el cabello y profundizar en la limpieza de estas zonas.
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